Resumen:
Este trabajo busca una contribución acerca de cómo los cambios familiares y demográficos inciden en la formación de nuevos vínculos en los adultos mayores, con respecto a su conjunto familiar y en relación con los procesos generacionales y transgeneracionales. Se concluye que parecen surgir fracturas generacionales por las cuales se dificulta transmitir aquello que se debería de transmitir, “rompiéndose” la necesidad de continuidad y fidelidad con valores que tienen que ver con la herencia y lo heredable. Los abuelos, una nueva clase de abuelos, pasan de ser cuidados a ser cuidadores. Probablemente no hay un tipo de abuelo ni un tipo de envejecimiento sino varios, substituyendo un modelo de vejez que se ha vuelto extremadamente idealizado y anacrónico, y, como tal, imposible de alcanzar. Quizás la nueva noción de “adulto mayor” se está construyendo y de allí que estemos asistiendo a una ancianidad que se desliza en diferentes versiones.