Resumen:
El artículo, empleando un método de interpretación apoyado por revisión documental, sostiene que, al tener en cuanta la intención, no es posible un discurso que sea simultáneamente político e irónico. Tiene cinco secciones: primera, un análisis de la postura que asume el empleo de la ironía en el discurso político; segunda, una semblanza del ironista y su presencia en política como problemática; tercera, la función o
utilidad negativa y privada de la ironía y su impropiedad política; cuarta, tres modos 2 propios del discurso político que excluyen y reemplazan la ironía: la parrhesía, el cinismo y la posverdad; y concluye explicando la inadecuación política de la ironía.